La parada repentina del corazón causa en España 40.000 muertes al año. La medicina busca cómo prevenir un mal que ataca sin avisar y del que no están a salvo ni los jóvenes aparentemente sanos. En los casos de muerte súbita la persona cae fulminada, pierde el pulso y, en pocos segundos, el co nocimiento y la capacidad de respirar se desvanecen. “Los casos como los de Dani Jarque y Antonio Puerta son poco frecuentes, pero muy mediáticos”, comenta Ramon Brugada, cientíco del Instituto de Investigación Biomédica de Gerona (IDIBGI) y cardiólogo del Hospital Josep Trueta de la misma ciudad.