Un tumor cancerígeno contiene millones de células, pero tan solo entre un 1% y un 5% de ellas ostentan capacidad metastásica. De este pequeño porcentaje la mayoría de genes que se expresan en ellas están relacionados con el metabolismo de los lípidos, entre los que destaca –con exageración– la síntesis de la proteína CD36, un receptor que absorbe los ácidos grasos en la membrana celular.
“La grasa es esencial para la metástasis”, dice Salvador Aznar-Benitah, profesor de investigación ICREA del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB Barcelona). El científico lidera el equipo de investigación que ha desenmascarado el reducido colectivo de células tumorales hábiles para iniciar y desarrollar metástasis, la causa de la mayoría de muertes por cáncer.
Hoy la revista Nature publica el primer análisis funcional de CD36 en la metástasis de cáncer oral, de mama luminal y melanoma. En enero pasado, otro trabajo, publicado en Scientific Reports, ya había demostrado la correlación estadística entre este receptor y las metástasis. SEGUIR LEYENDO.