
Venimos de la ameba. A alguno le puede sorprender su antepasado, pero este episodio evolutivo ya se había descrito con anterioridad. Hasta ahora el misterio era cómo un organismo de una sola célula había conseguido reunir decenas de billones de ellas en las primeras formas de vida animal, hace unos 700 millones de años.
“¿Cómo la vida ha sido capaz de adquirir tanta complejidad?”, se pregunta en su despacho Iñaki Ruiz-Trillo, profesor de investigación ICREA en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), centro mixto del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Pompeu Fabra (UPF). SEGUIR LEYENDO.