
Hay doctores con dos carreras de medicina. La carrera vertical, que les permite ver la enfermedad como médicos, y la carrera horizontal que los inclina en la camilla donde recostados la viven como pacientes. Esta dualidad transforma la manera de entender la profesión, tal y como solía contar el doctor Albert Jovell. Su doble condición le convirtió en un acérrimo defensor de los derechos de los pacientes, y luchó por retornar parte de la humanidad a un oficio que la había perdido en beneficio de la tecnificación.
Pero la experiencia en primera persona con la enfermedad y el proceso de transformación de Jovell no son únicos. Ahora, tres médicos con puestos de responsabilidad en hospitales catalanes de referencia comparten su experiencia. La aparición súbita de una enfermedad les desplazó hacia el otro lado de su profesión, como pacientes. Estuvieron ingresados en sus centros sanitarios y fueron tratados por sus propios compañeros. Actualmente, una vez recuperados de sus dolencias, también reivindican a partir de la vivencia la esfera más humana de la medicina. SEGUIR LEYENDO.