La segunda causa de mortalidad en pacientes oncológicos son los accidentes vasculares, que afectan a uno de cada cinco. Para evitarlos se aplican anticoagulantes que pueden provocar hemorragias graves. No en todos los casos merece la pena correr el riesgo, por eso el reto médico es identificar qué individuos tienen mayor probabilidad de sufrir trombos. Una nueva prueba genética desarrollada por españoles afina al máximo la predicción. Es un logro más de la medicina personalizada SEGUIR LEYENDO